Límite 48 horas
Debe de ser una especie de axioma implícito en las cartas de viaje o en los cuadernos de bitácora. Si al terminar un viaje te da la impresión de haber hecho más cosas de las que el tiempo real permitía, es que has aprovechado el tiempo.
Aterrizamos en el aeropuerto de Gran Canaria el viernes día 31 por la tarde, casi noche y allí volvimos menos de 48 horas después. Viaje relámpago. Pero para truenos los que dejamos en Madrid. Las Palmas tiene el maravilloso detalle de que suelen estar por encima de los veinte grados de temperatura. Y así fue.
Cena en casa de los padres de Del Rosal, a los que no sería posible loar lo suficiente por su hospitalidad, por su simpatía y por su enorme derroche de los mejores valores que pueden exportar las personas. Dar gracias no sería suficiente. Del Rosal, sus padres (y en general su familia) deberían formar parte de algún tipo de código que se enseñase en los colegios para ejemplarizar qué es lo más reseñable de la conducta humana.
Cena exquisita, compañía inmejorable, temperatura agradable, terraza con vistas oníricas y un fin de año tan especial como las personas que allí se encontraban. Y más de una hora de fuegos artificiales…
Después, rumbo a Vegueta, copitas y marcha (algo floja porque no había tanta gente como otros años; todo sea dicho). Fantástico.
El sábado lo dedicamos a desayunar tranquilamente en el parque de Santa Catalina y coger una guagua hasta Maspalomas. Calorcito, playita, mas algún pero. «Suciedad», que diría Del Rosal, en forma de piedras y barro y un viento excesivo combinado con olas gigantescas provocaron que el baño fuera algo menos intenso de lo que en un primer momento se había pensado. Para muestra un botón: Ortigoza se bañó con unas zapatillas que tenía más que amortizadas, por las condiciones difíciles de la superficie pedregosa. Aún así, sería injusto recalcar lo bien que lo pasamos en esos paseítos hasta el lugar elegido —excepción hecha, claro está, de la señora que entre dos dunas estaba sacando lo mejor de sí misma—.
Cilli, Ortigoza, Mentxu y un servidor acabamos comiendo en uno de esos chiringuitos anexos al mar con un relaciones públicas que nos invitó a una sangría y donde probamos por primera vez las papas. Cebatil necesario. Cebatil conveniente. Y de vuelta a Las Palmas a seguir con la tarde sabatina (esta vez con Lau y Carlitoh y el serdo de Barra que prefirió tocarse la huevada en vez de acompañarnos hasta el sur de la isla).
Decidimos salir por Vegueta para visitar la parte más bonita —y muchas veces la más olvidada— de la capital grancanaria. Con el extraordinario guía autóctono como altavoz pudimos empaparnos de la historia canaria y disfrutar de la catedral, de las plazas, de los edificios y del barrio más auténtico de la ciudad. Cenamos por allí cerca en un garito con un camarero bastante chapas (ahora entiendo el nombre del garito: Macabeo), pero con buenas viandas.
El domingo era el día indicado para la playa de Las Canteras. Con una temperatura más cerca de los treinta que de los veinte grados pudimos disfrutar de un día inolvidable de mar, sol y comilona en el paseo marítimo. Leer el periódico, jugar en el agua con una pelotita de mierda, tomar el sol, pasear y disfrutar de un impresionante belén de arena… son actividades que uno no puede disfrutar un 2 de enero habitualmente. Por eso fue todo tan disfrutado. Por lo diferente.
Tocaba pillar la última guagua (a partir de ahora volvemos a los autobuses) y plantarse en el aeropuerto para volver a casa.
Corto, pero intenso. De esas cosas que uno rememorará con el paso del tiempo.
Un fin de año a 25 grados.
Creo poder afirmar que no nos importaría repetir… otra vez.
Fin de año en Las Palmas
Último post del año.
De este año variopinto, extraño, difícil y bañado en incertidumbre, el ingrediente más agrio que pueda haber.
Nos vamos a Las Palmas el viernes. Cogeremos un avión los ínclitos ya conocidos para reunirnos en la tierra que vio nacer a Galdós con ese cerdo canario y su adorable familia. Serán poco más de 50 horas, pero merecerá la pena poder estar a veinte grados, bañarse (casi con total seguridad) y reír sin parar. Y quizás tomarse algún que otro Arehucas (Asstomouth ha prometido comportarse adecuadamente), así como unas papas en honor al Sr. Barra, ese ser directo como las almorranas, que huye de las arterías para lograr su fin: homenajear a su estomago, su mejor aliado.
La idea es llegar del aeropuerto con dirección a los hotelillos (cada uno en el suyo —si lo piensan es demencial—), de allí a casita del serdo y la mirífica Lau, que allí se encontrará y cenar en armonía con esa familia para la que los epítetos se quedan cortos. Después de las uvas godas o guanches, vaya usted a saber, fiesta por las calles y bares, como si del mes de Agosto se tratara. El día 1 (si el hígado lo permite; que así sea) viaje a Maspalomas y a la vuelta paseíto por Vegueta, con guía gayer de lujo. Y el día 2, Las Canteras y más baño insular.
El plan apetece, desde luego.
Allí podremos pensar cómo se plantea el 2011. No sé por qué me da que será otro año muy, pero que muy complicado. Pero eso ya será otro cantar.
Julio en Centroeuropa
Aterrizaremos en Munich, para pasar la primera noche en Salzburgo. Ése será el epicentro de operaciones. De allí a Viena, Innsbruck, Praga, Budapest…
El Míkel que para estas cosas es un puto hacha ya está trazando rutas y comparando posibilidades. Desde el castillo de «El rey loco» pasando por el Danubio hasta el neoclasicismo austriaco…la verdad es que el viaje va a dar mucho que hablar.
El otro día pillamos el billete. Lo grandioso es que fue coger éste y ya estábamos estudiando cuál sería el siguiente destino. ¿Nueva York en Diciembre? ¿Las Palmas cualquier finde para hacer honores al curioso terruño delrosaliano?
En fin, que hay que aprovechar ahora. Está más que repetido, pero es que es verdad.
Y ustedes, ¿qué tienen pensado para el verano?
La extraña pareja
Hoy tampoco está siendo uno de los días maravillosos. Pero bueno. Ahora me iré a ver un piso a la Plaza de la Fuente. No tiene mala pinta. Un primer contacto. Si ocurre un milagro y en los próximos meses compro una casa, espero que vengan a celebrarlo con una mega juerga de las que harán época. Todo a su tiempo.
Con todo, lo prometido es deuda y el viernes le dije a cierto personajillo que iba a dedicarle unas sucintas glosas.
En más de una ocasión hemos hablado de lo importante que es tener palabra y ser fiel a unos principios. No decir una cosa y predicar con otra. El sujeto protagonista ya nos demostró tiempo atrás que sus principios se pierden en lontananza.
Como ya saben, cierto indecente émulo de Robocop decidió no entrar más en este cutre blog. Imagino que por no considerarlo a su altura. Le parecía soez, barriobajero y hasta absurdo hablar de nuestras inquietudes, reírnos con las ocurrencias planteadas, recordar y opinar. Un día se cansó y aseveró con profunda frialdad y aparente seguridad germánica «nunca más volveré a escribir».
De hecho, un lacónico «fin» cerró su última participación. Bueno, su última andanada con su verdadero nombre, porque siempre planeó la duda de que más de un anónimo tuviese su génesis en ese maquiavélico cerebro.
Todos nos equivocamos y por ende, tenemos derecho a segundas oportunidades (segundas, terceras y las que hagan falta si se trata de un amigo), pero resulta conveniente reconocer el error. En este caso no. Como un elefante en una cacharrería. Así es el prenda.
Queda claro con qué clase de sofista mortadelino nos encontramos. No se fíen de quien no tiene palabra. No se fíen de aquél que dice Diego y luego dice Dildo. Háganme caso. Vigilen su espalda.
P.D: Por cierto, bienvenido de nuevo. Aquí no somos rencorosos.
P.D2: Míkel, eres el tío más cerdo y ceporro de esta galaxia. Tenían que haberle visto, tras haberse levantado a las 14:00 del sábado, durmiéndose en la discoteca, sobándose como un absoluto gitanazo en los autobuses de vuelta, soltando cabezazos (o cabezadas) a los usuarios que no tenían más culpa que estar en el asiento de delante de la obesísima marmota. Denigrante. Ni que llevase 1 año sin dormir!!! Y lo peor no es su nula capacidad para mantener la compostura (nunca la tuvo).
Lo trágico es que tampoco tiene criterio definido: una tía le parece «feuli» y despreciable. Ahora bien cuando 2 minutos después, ésta le mira el Sr. pierde la cabeza y no conoce a NADIE más alrededor, comportándose como un birrioso Don Juan, torpe, nervioso y ansioso por cortejar a una nueva presa. Lacrimógeno, de verdad.
Vuelta a la normalidad
Acabo de tomarme unas bravas, unos calamares y unas cervezas con los ínclitos Rodríguez y Barra. Es cierto, por tanto: todo vuelve a la normalidad. Otra vez a currar y a meternos en el día a día cotidiano. Bueno, en unos días, todo parecerá como si nunca hubiera habido un compás de descanso.
Ha vuelto Del Rosal a Madrid, Alonso regresa a Heliópolis, Rodríguez será operado en breve y el frío de Enero nos conmina a abrigarnos bien.
En fin, empieza un nuevo año. Esperemos que la alegría y la felicidad sea la nota que predomine en este nuevo curso.
Como pueden comprobar, post moñas para comenzar a aventurar las nuevas andanzas 2008. Ah…y unas fotos del viaje a Las Palmas. Sin comentarios…
Uvas y alegría canaria
Año nuevo en las Palmas
Queridos amigos. En un ratito cogemos otro avión (joder, es que no paramos) y nos vamos a Las Palmas de Gran Canaria, donde pasaremos el fin de año.
Mis sempiternos compañeros de aventuras: Alonso y Barra serán los que me acompañen a la isla de nuestro Cicerone Del Rosal. También andan por allí Auro y Rubén que por lo que tengo entendido se lo están pasando de lujo (llevan allí desde el día de Navidad). Lamentar, nuevamente, la ausencia de la Srta. Murillo. Nos recuperaremos de tal pena en Jarramplas en unas semanas.
Allí nos comeremos las uvas (una hora después), tomaremos el sol en las playitas, beberemos Arehucas y nos relajaremos de la vida tan estresante que llevamos.
Sólo quería desearles un feliz año nuevo y que lo pasen muy bien (que sigan pasándolo bien, espero) en estas fechas tan particulares.
Feliz Año 2008!!!
Planeando
Se presenta un fin de semana menudo.
El sábado a la hora de comer tengo cita ineludible con la olivina. Los chavales de la facultad con los que tantos buenos ratos hemos pasado. Si no voy, corro riesgo de quedar excluido del grupo y creo que no me puedo permitir el lujo de perder hasta buena gente. Sólo faltará el residuo canario. Se encuentra en su islita preparando la zona para cuando vayamos en nochevieja algunos amigos.
Reposar con sueño/s
Otra vez que mi cuerpo cató el lecho pasada la media noche (once en la comunidad canaria).
La gentuza opina