Celda 211
Fui a verla con Mentxu. Gran acierto.
El otro día hablé con el argentino, que trabaja y co-dirige Lengua de Trapo. Allí sacaron a la luz la novela de Francisco Pérez Gandul. Celda 211. Drama carcelario especialmente bien narrado, por lo que opinan los críticos. Ya le he hecho un pedido a mi coleguita de la tierra de Maradona para que me consiga un ejemplar.
Todos sabemos que España no es un país que lee. Y además se generalizó la opinión de que era un país que no hacía buen cine.
Daniel Monzón nos ha demostrado que eso no es cierto. Ha cogido la novela y la ha convertido en un peliculón. Tremenda.
Dura, verosimil, cruda… muchos vocablos que pudieran ceñirse a lo que hemos visto.
Hace unos días fueron también a verla el Míkel y el Mote. Salieron especialmente satisfechos. Quizás nosotros somos menos entendidos, pero otros como Boyero no escatimaron elogios.
Una buena película, hablo desde la ignorancia, debe sostenerse en un buen guión. Una historia que enganche -por la razón que sea- y que te obligue a permanecer atento. Necesita una composición de lugar adecuada y necesita, sobre todo, unos buenos actores. Luis Tosar es un jodido escándalo. No sé si se puede estar mejor. Sensacional actuación. Como doy por hecho, que salvo el Míkel, nadie leerá a Boyero, copio lo que pone sobre esto:
«Y resultan modélicos el sinuoso Morón, el violento Resines, el maquiavélico buscavidas Carlos Bardem o Luis Zahera, un individuo con gorra, gesto amenazante y voz convulsa que parece interpretarse a sí mismo, esos presos que desprenden realismo. Son el complemento ideal para una interpretación prodigiosa. La de Luis Tosar. Desde fuera y desde dentro, acojonando y enterneciendo, revelándote zonas de luz en un fulano tenebroso, clavando el gesto y la palabra. Sólo lamentas que no aparezca en todos los planos. Yo pensaba que era un actor tan eficaz como lineal, intensamente taciturno. Prejuicio borrado. Lo que hace aquí es magnético, sutil, veraz y emocionante. Para enmarcar.».
Vayan a verla. Con su novia. Con su amante. Con el primo. Con la tía. Con los abuelos. Con el amigo gayer. Solos. Con desconocidos. O con la meretriz más vulgar de la calle Montera. No importa. Al cabo de unos 15 segundos de que comience, cuando el tema se pone serio, no les preocupará demasiado quién esté al lado.
Río 2016
Bueno, pues tampoco en 2016.
Una pena. Objetivamente la mejor candidatura era la nuestra. Pero Río representa a ese mundo que nunca ha tenido unos Juegos y que debe emerger en esta sociedad globalizada.
Ridículo de Chicago y Tokio que también cayó. La suerte ya se sabía en la segunda votación.
Emocionante discurso de Gallardón tras no ganar y emocionante la imagen de un país unido en sus instancias más altas para organizar un evento internacional de este calibre. Ojalá se trasladase a otros ámbitos.
Decidí tras firmar ante el notario y consagrar el nacimiento de una empresa ir a ver a Carlitos alias «juerguista serdo» y junto a parte de la olivina + el Ferlein pasar una tarde entre hipótesis olímpicas y risas. Lamentable Don Miguel que pese a la decena de llamadas que le hicimos no se dignó a pasarse por el emplazamiento en el que el día anterior bien que decidió mamarse. Borracho.
Una pequeña desilusión la no otorgación de los Juegos, mas nos queda el sueño de que alguna vez en un futuro esperemos no muy lejano nos toque a nosotros.
Para digerir el golpe aproveché para con Mentxu acudir a ver El secreto de sus ojos. Campanella en estado puro. Cine argentino para contrarrestar tanto brasileño contento: ESPECTACULAR.
En fin, felicidades a Río de Janeiro. Mundial y JJ.OO. Ahora les toca a ellos. Algún día a nosotros. Y aunque el recuerdo del recuerdo se vaya desvaneciendo y nos pueda producir pena, miremos adelante. Por allí se llega al futuro. Con total certeza estén nuestros Juegos esperándonos.
Objetivos
Veía una película hoy (por ayer) con mi querida Mentxu: El desafío: Frost contra Nixon. Ya conocen la historia. La serie de entrevistas que concedió el ex presidente al peculiar periodista inglés en que acabó por reconocer que hubo delitos, ocultación de pruebas, corrupción y abuso de poder desde su cargo como máximo mandatario entre 1969 y 1974. Vietnam, Camboya… Watergate.
En un momento inicial de la película se ve a Nixon que le dice a Frost que él es su nuevo objetivo. Que es un desafío en el que sólo puede «quedar uno». Le insiste en que la vida se resume en desafíos. Y que sin ellos, sin objetivos (ya se consigan o no) la vida queda reducida poco menos que a nada.
¿Por qué digo esto? Porque he tomado una decisión drástica. Tras la juerga del último jueves acompañado del ínclito Del Rosal – que hoy (por ayer) hizo su examen y con el que no he podido hablar todavía-, del masterfucker Sr. Barra y otros amigos en que acabamos bebiendo demasiado y terminando a las 4 de la mañana tras varios cubatazos made in Padrao, estoy decidido y he tomado la determinación de no beber nada de alcohol en lo que queda de mes de Septiembre.
De hecho, el sábado estuve en la representación de La casa de Bernarda Alba en el Matadero de Madrid. Grandiosa obra, maravilloso texto y absolutamente espectacular representación. No duden en ir a verla. Merece la pena. Sin ninguna duda.
La cuestión es que tras terminar, decidimos dar una vuelta por los Madriles y terminamos en el mercado de San Miguel: jamoncito, tapitas, ostras… manjares en definitiva y mucha cerveza… sin alcohol. Lo que oyen. Cumplí lo previsto. Y así debo terminar el mes.
Entiendo que lluevan insultos, críticas e improperios. Pero ya saben… objetivos.
Poco más: la liga ya toma la forma que esperábamos. No se puede decir lo propio del europeo de basket. Empieza la Champions… divertido va a estar el año.
En lo puramente profesional, ya están puestas las primeras piedras: web en marcha y temas burocráticos también. Habrá que ponerse las pilas. Además, ya preparamos el desembarco algeteño inmediato.
En fin, no quería terminar este variopinto espacio cibernético sin loar al bueno y grande Don Miguel. El sábado siguió a rajatabla aquello de veni, vidi, vici con una ninfa vecina. Dale que te pego. Parecía tonto el Señor. Y además hizo dobles figuras (genial analogía inventada por Ortigoza).
Bueno señores, brindo por que tengan una buena semana. Con zumito de piña.
Esplendor en la hierba
Hacía años que no me tiraba un fin de semana completo en casa sin salir. Dejé a mis amigos a la salida de la Haka el viernes por la noche tras un bebercio considerable -tremendo torrijas, el Míkel- y desde entonces dormir, leer, ver cine y descansar.
El fin de semana ha terminado con Esplendor en la hierba, maravillosa historia de Elia Kazan que tiene tantos de esos ingredientes que tanto apasionan. Y esos versos de Wordsworth. Preciosa película que habla de la vida, del paso del tiempo y de cómo se marcha la juventud. Se la recomiendo.
Lo que no sé si les comenté es que fui con Mentxu a ver el jueves la última de la Coixet (digamos que no iba demasiado convencido…). Uff, no hablaré mucho de ella. No se la recomiendo.
Espáriz se ha ido a Yanquilandia, Zurita me ha llamado y sigue tremendamente amartelado (gravísimo que hayamos dejado de usar más este vocablo), Don Miguel sigue con sus particulares historias para con las mujeres, Rodríguez haciendo de viejete y Del Rosal velando armas de cara a la batalla de la semana que viene.
En fin, esta semana tendré ya reuniones de cara a configurar la página web y con el el asesor fiscal para que nos vaya orientando en el comienzo. Además, sigo viendo dormitorios, sofás y algún mueblecillo. ¡Coño!, se me olvidaba decirles que en breve, fiestas en Algete; espero verles por allí.
Y nada, sólo volver a alabar sin tino el exagerado fútbol que practica España. Antológico baño a Bélgica. ¡Qué equipo! Qué forma de jugar al fútbol. Impresionante. A ver qué tal los chavales del basket. Este año sí toca el oro europeo.
Dentro de unos años, cuando nos acordemos de todos estos momentos, podremos recitar a Wordsworth.
Le petit Nicolas
Aprovechemos para felicitar al «Sr.» Ferlein, por su tiez. Sí, sí, que el tío ya es tío. Y enhorabuena a los padres, personas verdaderamente sensacionales.
Nicolás de nombre. Como Salmerón, como Maquiavelo, como Copérnico, como Paganini. Bueno, a Espáriz (tío) lo que le gusta es recordar que se llama como el gran (toma chiste) Sarkozy. Gabacho puro y duro. O como Anelka.
En fin, ya veremos a quién sale esta nueva generación de los Espáriz.
Me veo dentro de unos años como Groucho Marx presentando a Le petit Nicolas como presentaba al tenor Rodolfo Lasparri en Una noche en la Ópera. «Lasparri proviene de una gran familia… su madre fue una conocida barítona y su padre el primer hombre que rellenó los macarrones con bicarbonato de sosa, lo cual causa y cura las indigestiones a la vez…».
Hagan el símil: «Nicolás proviene de una familia ilustre… su tío fue el primer hombre que pagó una entrada por ver Dos colgaos muy fumaos y que al llegar a casa vio por nonagésimo quinta vez los créditos iniciales de Éxodo«.
En fin, por la parte que nos toca (sobre todo aguantar al tío) darles la más apoteósica enhorabuena que se pueda imaginar.
P.D. Hoy también es el cumple de Mentxu. Le caen veintitodos. La acompaño en el sentimiento.
El equipo de nuestra infancia
Joder, cada vez saco menos tiempo para todo. Alguien dijo una vez que éstos son momentos en los que uno sufre y trabaja como un chino para que en un tiempo pueda disfrutar de estos sacrificios.
La seriedad áspera de lo cotidiano, se torna suavidad cuando uno consigue evadirse con noticias que se recordarán por los siglos de los siglos.
Parece que fue ayer cuando perdí una apuesta con Rodríguez, porque éste dijo que la patética Ana Obregón aparecía en un capítulo de El Equipo A. Pues tenía razón. Que conste, porque seguramente mienta el susodicho José Luis, que le pagué su Pancho o su Lequio o lo que fuera. El caso es que se lo pagué.
Bueno, resulta que lo que parecía que sólo era un rumor se confirma: En unos meses empezará a grabarse la película de El Equipo A.
No sé en qué quedará todo, pero dudo que haya alguien en este país que no haya visto alguna de esas aventuras míticas de esta serie inolvidable. Esa furgoneta, esos puros, esos planes que salen bien, ese arsenal que consiguen crear (siempre con un soplete) de la nada, esos 0 muertos por capítulo, esas drogas para volar…joder, qué jóvenes éramos. Pero ha pasado el tiempo…
Algunos de los nombres que ya han sonado han sido Bruce Willis para dar vida a Hannibal; Woody Harrelson, del que el propio Singleton ya dijo que era el actor «ideal» para encarnar al loco Murdock; y Ice Cube para sustituir a Mr.T en la piel de M.A. Barracus.
Para desvelar todas las incógnitas habrá que esperar hasta junio, cuando comience el rodaje. ¿No están deseosos de volver a 4 de los mejores hombres del ejército estadounidense que formaban un comando…?
Una de cultura, por favor
Pues para estrenar 2009, nada mejor que una de culturetas.
Resulta que esta mañana, por labores del máster que ando realizando he estado en varias librerías, como la de Marcial Pons cerca de Quevedo. Librería de la misma editorial, centrada en humanidades, especialmente. Después, también visitamos La casa del libro de Fuencarral.
Señores, me hubiera llevado todo (o casi) para disfrutar de la historia y sus aristas. ¿A quién no le puede interesar saber lo que pasó aquí o allá, por qué paso, quiénes fueron los artífices, qué nos espera…?
Daba gusto. Por todos lados, la vista se perdía. El epistolario de Ganivet, un libro de imágenes de Praga del 68, poemas de José Hierro, León el Africano, historias pintorescas como la idea de los ingleses de cargarse a Rommel, clásicos antiguos, biografías como la de Frank Sinatra, Grace Kelly y de personajes capitales en los últimos decenios.
Señores, les animo a leer. Les animo a conocer y saber. Y por supuesto a viajar. Ya lo decía Cervantes. «Quien mucho ve y mucho lee…». La verdad es que allá por donde voy presumo de compañeros eruditos. Se puede hablar con ellos de todo. Son gente preparada, instruida y ávida de conocimiento. Y sobre todas las cosas: lo mismo le desglosan la historia de un rey sueco y su obsesión por poner cañones en sus barcos contemporáneos de la Armada Invencible, que te hablan de aquella escena de Sed de Mal o de La leyenda del indomable. O les da por contarte algo de Asimov, una biografía de Papadopoulos (el dictador) o explicarte la situación trágica de Polonia.
Porque una noche puede transcurrir sin ningún ánimo de apetito cognoscitivo, algo bastante triste. No se trata de ínfulas baratarias, permítaseme la expresión, es la realidad.
Sin ir más lejos, ayer por la noche pude de nuevo compartir una sensacional velada con esa gran lectora y mejor conversadora al sabor de una buena cerveza. Y así da gusto. Historias, anécdotas, películas, risas, recuerdos, sueños y planes. Casi nada. Deseo fervientemente que se repita en breve.
P.D. Señores, no miento; ayer fui capaz de correr 10 kilómetros en 1 hora. Por ahí se empieza… para acabar ganando una apuesta. ¡Tiembla gordito!
La gentuza opina