Especial 11-M // Reacciones
Sin agujeros negros. La sentencia considera que el explosivo que estalló en los cuatro trenes de Cercanías fue robado en Mina Conchita; que la mochila desactivada en un parque de Vallecas correspondía a una de las 13 que los terroristas colocaron en los trenes; que la furgoneta Renault Kangoo en la que se desplazaron hasta Leganés alguno de los islamistas fue trasladada al complejo policial de Canillas sin que nadie manipulara las pruebas que contenía; que el suicidio de Leganés, donde murieron siete de los terroristas, no fue un montaje; que no hay una sola prueba de la vinculación de ETA con los atentados; que las autopsias de los suicidas se hicieron de acuerdo a la normativa lega; y que la instrucción del juez Del Olmo fue correcta.
La dinamita. «Toda o gran parte de la dinamita» usada en el atentado y empleada por los terroristas que se suicidaron en Leganés «procedía de la mina Conchita», ha asegurado el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. «No se sabe con absoluta certeza la marca comercial» de la dinamita, pero eso «no impide llegar a conclusiones judiciales», ha añadido. La dinamita fue obtenida por la connivencia de ciertos empleados de la citada mina, con lo que da por probada la implicación de la conocida como trama asturiana en el 11-M.
La mochila de Vallecas.De igual forma, al tribunal no le queda duda de la autenticidad de la mochila de Vallecas, uno de los artefactos explosivos retirados de los trenes y que, al no estallar, pudo ser desactivada y se convirtió en una prueba clave de la investigación. Los jueces creen que la prueba estuvo siempre bajo vigilancia policial, lo que desmonta las teorías conspiratorias que afirmaban que alguien pudo manipular la mochila para incriminar a la célula islamista, o incluso colocarla tras los atentados. No obstante, el tribunal considera «extravagante» aunque explicable por el caos del momento, el periplo que sufrió esa prueba en su viaje desde el lugar del hallazgo hasta la comisaría de Puente de Vallecas en la que quedó finalmente custodiada. Creen los jueces que un descontrol así debería evitarse en el futuro pero da validez plena a la prueba.
Las víctimas. Las víctimas serán indeminazadas con cantidades que van de 30.000 a un millón y medio de euros, según ha dictaminado el tribunal.
La instrucción de Del Olmo. Gómez Bermúdez ha comenzado su alocución defendiendo la labor del juez instructor, Juan del Olmo, al tiempo que rechazaba las cuestiones previas planteadas por las defensas, que pedían la nulidad del proceso por supuestos errores en la instrucción. Ha asegurado que tanto la furgoneta Renault Kangoo encontrada en Alcalá de Henarés como la mochila de Vallecas fueron custodiadas en todo momento por la policía y son pruebas «auténticas», es decir, «no hay indicio alguno» de que pudieran ser colocadas a posteriori o manipuladas. También ha sido descartado el argumento «soterrado y poco claro» basado en la falta de autopsia a los suicidas de Leganés.
———————————————————————————-
Esta es la sentencia, señores. A partir de ahora, reacciones. Si les parece a ustedes, en la zona de comentarios, podremos opinar sobre todo lo que concierne a esta decisión judicial. Ya no son milongas, entelequias o pajas mentales.
Tengo muchísimo interés en ver reacciones, artículos, comentarios y de más consecuencias de todo esto. Se les agradecerá su participación.
Melodías para una vida
Tantas veces he oído que la música amansa a las fieras, que visto lo visto y notando que hay cierta crispación en el ambiente, parece lo más sensato el asunto musical.
En capítulos anteriores hemos nombrado a genios como Bob Dylan, The Beatles, Phil Lynott o Sabina, amén de basura mefítica, caso de Mama Ladilla o toda la mierda que le gusta al Míkel.
He leído un artículo fantástico sobre Van Morrison. No os lo perdáis.
Recuerdo que la primera vez que supe del León de Belfast fue cuando me enteré que era aquél que ponía la sintonía de Intermedio, el pseudo programilla de García Caridad. Era gracioso comprobar, como jornada sí y jornada también, llegaban mensajes de gente que le decía a «Paquito» que lo mejor de su bodrio radiofónico era la música inicial y que era, aparecer él y cambiar el dial.
O el famoso Brown eyed girl que tantas veces hemos disfrutado en la Haka con Fermín.
Me parece una historia preciosa la que forman el frío carácter norirlandés del cantante y la lluvia de Belfast que le acompaña por donde va.
Más cosas: no puedo olvidarme de uno de los temas más bonitos que yo recuerdo haber oído jamás: A song for Ireland. Existen diversas versiones: Dublinners, la del fallecido Luke Kelly, Mary Black… Maravillosa. Canción vieja. De pueblo. El origen rural, no suele entender de contaminación; Alguna vez he hablado con el O´Connell, con Fermín y con Carlos que a la vera de una agradable conversación, embriagado por una transportadora cerveza negra, con una luz ténue, propia de pub irlandés (preferiblemente de los antiguos), una lluvia fina de cualquier noche perdida, con esta canción de fondo, uno puede jurar que roza con los dedos la felicidad infinita.
Ah, por cierto, que mientras mis sucintas glosas pueblan este, más tranquilizado lugar, escucho música de esa que compré en Escocia. Sé que, sobre todo, cierta señorita y cierto cabrón hacían burla continua. Música relajante y evocadora. Tremendo el My heart is in the Highlands.
Cambiando de registro, también leo que vuelve Extremoduro, después de 4 años de ausencia. Rock de nuestra adolescencia. Canciones míticas del Agila, sobre todo.
Y los «Héroes» que se acaban para siempre. Nunca olvidaré aquel día que le eché de mi casa, cual sucio perro sarnoso, querido Penépolis, y usted sólo acertaba a tararear un tema suyo. O Nacha Pop que también reivindican que quieren vivir hasta los 80.
En un momento de tristeza, de alegría, de necesidad de pensar, o de no hacerlo…En un día en que apetezca reír, retrotraerte, regurgitar, imaginar, volar, levitar, dormir despierto… En una noche en que uno quiera desconectar o no parar. En esos casos y en todos los demás, siempre habrá una canción para ti. Que espera.
Cualquier excusa es buena para encontrarla.
La locura del tiempo
Y ahora es cuando hago como en ese tema de Sublevados. «Esta canción es todo mentira…no os creais ni la mitad…».
Alforfones
Una de mis películas fetiche, de esas que me encantan es Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto. Me parece tremenda.
Para el que no la haya visto, que no pierda la oportunidad. No sólo porque actúe Andy García, en un papel especialmente brillante, en la piel de Jimmy «El Santo» o el inconmensurable Christopher Walken como «El hombre del plan».
De este film, hay frases míticas, de esas que hemos repetido cientos de veces para definir situaciones, momentos, sensaciones y expresar con vocabulario cuasi mafioso una idea.
Entre todas una: «para tu jodida banda de inadaptados, unos putos alforfones» (sic).
No os molestéis, los neófitos en la palabra, en buscarla en el diccionario, porque no existe. Sï aparece alforfón, que es una planta bastante tocha que suele darse en Asia.
Los alforfones, en la jerga de dicha película, viene a significar que la persona debe morir sufriendo lo máximo posible. El ejemplo que se da en Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto es pegarle a alguien un tiro por el culo, «porque tarda unos 20 minutos en morir y el efecto es como el de estar cagando cuchillas de afeitar».
Pues llevo todo el día pensando que algo así se merece el absoluto y mayestático a la par que ingentísimo e hiperbólico hijo de la gran puta que agredió a una menor en el metro de Barcelona hace unos días.
Las imágenes hablan por sí solas:
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/10/22/videos/1193070978.html
Resulta que el tipejo dice que iba borracho y que ni se dio cuenta de lo que hacía. Seguro que si hubiera sido un ecuatoriano, pero «cuadrao» sí se había dado cuenta. Vamos que no le habría tocado un pelo. Jodido cobarde bastardo.
Tenemos muchos episodios en el mundo de este tipo de descerebrados que se aprovechan de inferiores. El ejemplo más doloroso y posiblemente el más sangrante es el que conocimos de que el Fla (uno de los mejores amigos del Sr. Rodríguez, por cierto) había agredido a su madre, por lo cual estaba en la cárcel. Que ahí siga el hijo de puta. Tremendo aquello que dijo el gordito de que le parecía un buen tipo.
Está claro que el hijo de perra que agredió en el metro a la niña de 16 años es carne de cañón y acabará en presidio, asesinado por otro tío más deficiente que él o metido en la droga hasta que no le quede un diente.
Yo a ese malnacido le deseo la muerte, pero lo dicho, estilo alforfones.
Silly
Ahora, Mc.Laren también ha perdido el mundial de pilotos. Tal cual. Lo ha tirado.
Lo grave es que se veía venir. Tras una caterva de decisiones absurdas, todas hijas del principal disparate: Hamilton piloto líder del equipo, Mc. Laren ha permitido que Ferrari campeone (que dirían los argentinos).
Si analizamos bien, la culpa no es Hamilton. Lo pienso realmente. Hamilton es un gran piloto, pero falto de experiencia. En vez de aprovechar la opción de aprender del mejor, los que supuestamente mandan le confundieron y acabo desquiciándose.
¿Pero qué especie de mendrugo organiza una táctica unipersonal, manteniendo al margen al piloto más completo?
Yo pensaba, cómo explicarle a alguien que haya aterrizado hoy en este planeta lo sucedido. Se me ocurre algo así como que, cuando el Madrid fichó a Zidane, hubiera salido de la cantera, al mismo tiempo, un chaval prometedor que jugase en su mismo puesto y a Del Bosque se le hubiera ocurrido poner al gran Zizou de central, para ubicar al otro en el puesto del gabacho.
Se nos queda uno en el tintero: Ron Dennis. Hoy es oficialmente el tipo más imbécil del planeta.
Padrao
Hay que empezar a hablar de Pedro Padrao, el dueño, camarero, gestor, gerente y administrador del local. El jefe omnipotente por excelencia. Se encarga de todo lo que tenga que ver con el bar.
Es un gran tipo. Esa es la verdad. Aunque con sus particularidades. No hay nadie que pueda asegurar haber comprendido más del 30% de cualquier conversación mantenida con el susodicho en cuestión. Es un gallego cerrado. De pueblo. Y lo de vocalizar es para los urbanitas…parece.
Existen miles de anécdotas que rodean la vida y milagros a Pedro. El Míkel siente una predilección especial y le hacen especial gracia sus historias. Todas ellas ininteligibles, pero seguro que curiosas.
Padrao es el núcleo policial de Madrid. Allí van a cenar, comer, beber y cualquier otra actividad que requiera de la utilización estomacal municipales, nacionales, locales, de la secreta, guardias reales, militares de todo tipo y graduación. De ahí la posterior creación de «Padrao Cops», el segundo negocio de este emprendedor sin parangón.
Padrao (bar) es también famoso por la gente que va allí, los clientes habituales. Hay varios individuos (generalmente, en decadencia) que parece que hayan escogido el lugar donde fenecer. Sólo queda el día y la hora, pero la plaza es esa. Es su bar. Tiene algo de romántico esa idea. Algo de Goethe.
El destino (sino) nos ha llevado a ese lugar (Del Rosal y su habitáculo). Ese lugar nos ha llevado a otro destino (Laperro´s place). De destino a destino y tiro porque me toca.
Hace tiempo que el fin de semana, suele contener un pack consistente en fútbol + copas en Ca Carlos + Destino u otro garito + risas esparcidas all the night.
Ayer no fue la excepción. Si acaso del día. Era jueves.
El gran Don Miguel (engalanado cual banquero), el anfitrión canario, O´Connell y su aura y mi menda disfrutamos de una tarde-noche divertida. Otra más.
Padrao se ha convertido en un bar mítico en nuestras vidas. Cuando la Olivina queda…queda en Padrao. Cuando buscamos un ambiente cercano y agradable…Padrao. Cuando queremos un bocata de jamón de una barra a las 2 de la mañana…Padrao. Cuando queremos un cubata pre-salida nocturna…Padrao.
Todo evoluciona en la vida de uno. En mi caso, todo comenzó en el Sapo, pasó por el Bar de Mud, por el Merlín, seguimos por el Irish y por el Handyman, tuvimos una gran etapa en la Haka. De un tiempo a esta parte Padrao es nuestro lugar.
Si algún sábado quieren ustedes disfrutar de buena compañía (es decir, la mía, la de Del Rosal, la del Míkel y de más amigos) pásense por Travesía de la Parada y sabrán porque los de allí decimos que «non hay terra como a nossa».
Entre puentes y acueductos
Hay pocas cosas en la vida de las que puedes estar casi seguro que no te fallarán. Pocas, pero que muy pocas.
Quizás los amigos más cercanos, que con el paso del tiempo se demuestran verdaderos «brothers in arms». Por supuesto el equipo de fútbol. Jeje. Suena friki, pero es verdad. La ilusión que algo aparentemente tan trivial como el fútbol (o cualquier otro tipo de ocio-juego-deporte) provoca es inigualable. ¡Qué sería de nosotros sin champions, sin liga el sábado y el domingo por la tarde! Entiendo que haya mucha gente, sobre todo, perteneciente al género femenino que nos tachen de cualquier adjetivo sinónimo de tarado…pero cada uno se ahorca en el árbol que quiere.
Aunque de todas, lo que rara vez te puede fallar es la familia. Creo que casi todos estaremos de acuerdo. Disfrutemos de las personas que nos quieren sin pedirnos nada a cambio. Este mundo tan individualista y tan complejo, cada vez deja menos tiempo, para sentir los lazos férreos que el árbol genealógico pretende construir.
Entre las actividades variopintas que han tenido lugar estos días, destaco que fui a ver con mi primo una película. «La extraña que hay en ti». El argumento es sencillo. Una pareja de enamorados bla bla bla, cuánto se quieren…de repente 3 delincuentes los apalean y el tío muere. Ella sale del coma y se convierte en otro ser. Busca venganza.
Película menor, pero de tema interesante. Cientos de veces hemos debido de hablar sobre cual sería nuestra reacción en un momento tan brutal como éste.
En fin, y España que se merendó a los daneses jugando al fútbol. Jugadores buenos tenemos. Es cierto que un seleccionador del pleistoceno, pero quién sabe si en la próxima Eurocopa…
El Sr. Barra que se ha ido a conocer parte olvidada de la España castellana. Rodríguez y su mala uva (además de su parienta) están en una de las afortunadas. Alonso volvió, pero sólo para volver a irse. Puede que en muy breve nos acerquemos por Heliópolis. Es agradable tener planeados muchos y buenos viajes en el futuro. Sánchez, el hombre, bastante tiene con lo que tiene. Aunque podrá relajarse en unos días en su propio periodo de entreguerras. Espáriz en el pueblo de su esposa…
Vamos que típico puente.
Sí, ya me acuerdo
A mí, siempre me ha gustado recordar. Me gusta no perder mis recuerdos, mis raíces. Volver a vivirlos.
No olvidaré nunca Tejares.
Ni tampoco cuando ví Phenomenon con Pidiya.
Me acuerdo en mi pueblo, de pequeño, poner nocilla en el alfeizar, esperar a que se llenara de hormigas y pisarlas (joder, no tendría yo ni 8 años y lo recuerdo nítidamente).
Me acuerdo perfectamente del primer gol que marqué con los Estorakas.
Y de la primera vez que lloré por una tía. Me acuerdo incluso porqué.
Recuerdo las peleas con mis primas y mi hermana.
Recuerdo el examen con el puto Bernete. Y la primera impresión que me dio Del Rosal.
Y la botella de Martini del viaje a Italia.
Recuerdo ver en Segovia tumbado en el sofá el Europeo de baloncesto del 87. Lo juro.
Y la sensación tan extraña de ver a Laudrup jugando con la camiseta del Madrid. A partir de ahí empecé a dejar de creer en el romanticismo futbolístico.
No me olvido del concierto de Canciller.
Me acuerdo del 5 de Agosto de 1989. Joder qué miedo.
Recuerdo los paseos con O´Connell en malas épocas.
Recuerdo el entierro de mi abuelo. Recuerdo a mi madre aquel día.
Recuerdo el primer día que vi a Anita Asuero. Perfectamente.
Recuerdo cuando hablé con Valdano durante 5 segundos. Y las noches viendo «El Tirachinas».
Y recuerdo las risas de la combinación Irish Rover + Chivi + El Mundo Fantástico.
Recuerdo la lluvia del día que llegué a Kilkenny en medio del intercambio veraniego.
Cuántos recuerdos. Pensadlo, seguro que todos vosotros tenéis una enormidad de historias que os forman como seres únicos e irrepetibles. Dentro de 27 años (si Dios quiere) volveré a recordar muchos más, pero éstos y un millón más no los habré olvidado.
Me ha dado por recordar echándo una ojeada a las memorias de Marcello Mastroianni (1923 – 1996). Y a sus recuerdos:
«Recuerdo un gran níspero.
Recuerdo mi asombro y fascinación al contemplar los rascacielos de Nueva York desde Park Avenue, a la hora del crepúsculo.
Recuerdo la cazuelita de aluminio a la que le faltaba un asa y donde mi madre freía los huevos.
Recuerdo la voz de Rabagliati saliendo de un gran tocadiscos y cantando: «E tic e tac cos´è che batte è l´orologio del cuor».
Recuerdo a Clark Gable muy joven, en blanco y negro, de espaldas; luego se vuelve y sonríe… así. Un tunante irresistiblemente simpático. ¿Qué película era? Quizá «Sucedió una noche».
Recuerdo la carpintería de mi abuelo y de mi padre. Mi abuelo está haciendo una silla.
¡Recuerdo el olor de la madera, el olor de la madera!
Recuerdo los uniformes de los alemanes.
Recuerdo a los refugiados.
Recuerdo que en una ocasión soñé que vivía en un dirigible. O quizás era una astronave.
Recuerdo a H.G.Welles, a Simenon, a Ray Bradbury.
Recuerdo la primera vez que fui de campamento.
Recuerdo a Chéjov, en particular al capitán Solioni, que en «Las tres hermanas» dice: pío, pío, pío.
Recuerdo la primera vez que vi las montañas, y la nieve, y la emoción que sentí.
Recuerdo la música de Stardust Era antes de la guerra. Bailaba con una chica que llevaba un vestido floreado.
Recuerdo los caballos del viejo anuncio de cervezas Peroni.
Recuerdo perfectamente el sabor y el olor del cocido de garbanzos.
Y recuerdo que la noche de Navidad se jugaba al bingo.
Recuerdo el terrible zumbido de los Liberators, los aviones norteamericanos del primer bombardeo sobre Roma.
Recuerdo la agilidad tan elegante de Fred Astaire.
Recuerdo la primera vez que el hombre pisó la luna al ralentí. Pero, ¿dónde estaba yo?
Recuerdo que fui por primera vez al cine en Turín. Vi «Ben Hur», con Ramón Novarro. Tenía seis años.
Recuerdo París, cuando nació mi hija Chiara.
Recuerdo las croquetas de arroz. Pero era imposible comprar todos los días, costaban cuarenta céntimos.
Recuerdo mi primer sombrero de hombre; era modelo Saratoga.
Recuerdo las películas cómicas de Charlot.
Recuerdo que Cicerón nació en el año 106 A.C., es decir, 2.122 años antes que yo, pero a dos pasos de mi casa, en Arpino. Mi abuelo se sentía orgulloso de ello. «Vitam regit fortuna, non sapientia», me decía, citando a nuestro conciudadano. Luego dejaba escapar un suspiro y añadía: «Pues sí, la fortuna es la que dirige la vida, no la sabiduría».
Recuerdo una noche de verano con olor a lluvia.
Recuerdo las aventuras de Ulises: «Háblame, musa, de aquel varón de multiforme ingenio…».
Recuerdo a Classius Clay (llamado La Lengua) en Nueva York, enfrentándose a Frazer.
Recuerdo la espléndida cabeza cana del arquitecto Ridolfi, mi profesor de dibujo arquitectónico.
Recuerdo los primeros dibujos de mi hija Bárbara.
Recuerdo mi proyecto de elevar el Tíber construyendo debajo una carretera.
Recuerdo a Greta Garbo miándome los zapatos y diciendo: «¿Italian shoes?».
Recuerdo el primer cigarrillo que fumé. Estaba hecho, lo recuerdo perfectamente, con barbas de mazorcas.
Recuerdo las manos de mi tío Umberto, unas manos fuertes como tenazas, manos de escultor.
Recuerdo el silencio que se hizo en el restaurante Chez Maxim´s cuando apareció Gary Cooper vestido con un esmoquin blanco.
Recuerdo una pequeña estación y el ruido de los trenes.
Recuerdo a Marilyn Monroe.
El primer automóvil que tuve, lo recuerdo, era un Topolino modelo camioneta.
No sé por qué recuerdo esta estúpida retahíla: «¡Oh cuántas chicas guapas, Madame Doré, oh cuántas chicas guapas!».
Recuerdo las luciérnagas, que ya no se ven.
Recuerdo la nieve en la plaza Roja de Moscú.
Recuerdo un sueño en el que alguien me dice que me lleve los recuerdos de casa de mis padres.
Recuerdo un viaje en tren durante la guerra: el tren entraba en un túnel, se hace una gran oscuridad y, entonces, en el medio del silencio, una desconocida me besa en la boca.
Recuerdo a los kurdos masacrados en un éxodo bíblico; recuerdo que no debo olvidar la violencia de tantas imágenes absurdamente violentas.
Recuerdo también la sensación de silencio y de luz suspendidos sobre la ciudad de Jerusalén como un halo místico.
Recuerdo el deseo de ver qué será de este mundo, qué sucederá en el año 2.000, y de estar allí y recordarlo todo como un viejo elefante, sí, poque, lo recuerdo ¡siempre he sido muy curioso!
Y hasta recuerdo cuando íbamos a cazar lagartijas. ¡Mi tirachinas!
Recuerdo mi primera noche de amor.
Sí, ya me acuerdo.».
MARCELLO MASTROIANNI «Sí, ya me acuerdo. Memorias».
Animales y animaladas
Desde entonces, aunque sólo haya por curiosidad estoy siguiendo la competición. No es que sea un deporte que me apasione, aunque más de una vez he oído aquello de que es «un deporte de bárbaros jugado entre caballeros». Hay decenas de anécdotas divertidas tras el histórico rugby y centenares de historias maravillosas. Hace ya un tiempo el Sr. Espáriz (hago énfasis en lo de Sr., esto es, ya sabéis que no me refiero al Ferlein) escribió un artículo excepcional acerca de un Irlanda-Inglaterra, donde el partido fue lo de menos.
A un amante del mundo gaélico como un servidor es obvio que debe interesarle, aunque sólo sea de pasada este invento de balón ovalado.
El caso es que, este fin de semana que llegaban los cuartos de final, he seguido atentamente los emparejamientos. Todo más o menos lógico, salvo la tremenda sorpresa de que los creadores de la haka cayeran ante Francia en Cardiff. El Sr. Zurita me informó de tal desenlace, ya que con 0-13 para los maoríes me fui con Del Rosal a una fiesta en Madrid en casa de una amiga íntima del susodicho canario.
Lo pasamos bien. La verdad es que nos reímos bastante. Es lo que tiene beberse gratis una botella de Brugal. No hay nada como que te inviten a este tipo de fiestas. Allí vimos a Auro y a Rubén. ¡Qué ilusión ver a parte de la Olivina de vez en cuando!
Pero no nos desviemos. Cuando Mr. Cafetero Sánchez Zurita me comentaba la proeza gabacha, me acordé del tremendo animal que juego en esa selección: Sebastian Chabal.
Por cierto, que no se me olvide comentar lo desagradable que últimamente está el Rodríguez. Jodido payaso. Salta a la mínima y siempre está a la defensiva. Puede ser muy duro aguantar al personaje durante casi 10 días en Holanda y Bélgica. En fin, a ver si se fuma un par de canutos y se le pasa la mala leche. ¡¡Gordito, tranquilo!!
Volviendo a Chabal, la imagen de los neozelandeses haciéndoles la haka a menos de 1 metro de la cara y el animal galo mirándoles con una cara de asesino, quedará en los anales de la intimidación. El que estaba enfrente de él haciendo el baile se cagó vivo.
Desde Vinnie Jones, no recordaba algo igual. Hace ya un tiempo que os comenté lo del artículo escrito por el gran Rubén Uría sobre los animales del fútbol. Aquí está el post: No os lo perdáis.
En fin, Inglaterra-Francia y Sudáfrica-Argentina jugarán por un puesto en la final, el finde que viene. Habrá que estar atentos.
Ahora bien, para alegría deportiva, Alonso, mejor dicho Hamilton. Tras la cagada del tramposo, se abren las apuestas sobre qué pasará en la última carrera. 3 opciones:
A) Mc.Laren le desinfla los neumáticos a Alonso, además de echarle más gasolina de la debida y retenerle en cada parada 35 segundos.
B) Alonso estrella su coche contra el de Hamilton y se parte la polla viendo como Raikkonen gana el campeonato.
C) Alonso gana la carrera y el mundial, porque en la penúltima vuelta, el piloto suicida (también llamado kamikaze) Sato, revienta el monoplaza del negrito inglés, cuando éste intentaba doblarle, todo tras el acuerdo al que llega el gobierno español, encabezado por el inigualable Rubalcaba, de pagarle un chalet de lujo en la Costa Azul al japonés.
En cualquiera de los casos, tras acabar la carrera, Alonso se dirige hacia el box de Mc.Laren y tras bajarse los pantalones y enseñarle el culo a Ron Dennis, le pega una colleja al padre de Hamilton, justo antes de irse de putas con Briatore, mientras firman la vuelta de éste a Renault.
La gentuza opina