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Posts Tagged ‘Copa de la UEFA’

Perla nº31: Borussia Dortmund – Juventus (Final Copa de la Uefa 1992/1993)

En fin, no sé si recuerdan esta final a doble partido, pero fue un espectáculo. Era una gran competición la Copa de la Uefa de entonces, para qué engañarnos. Lo de la actual Europa League es un chiste.

El Borussia Dortmund tuvo un recorrido desigual hasta la final. Se cargó al Celtic de Glasgow, al Zaragoza de manera ajustada (lo pasaron mal en La Romareda; de hecho fue un baño de los maños, pero no pudieron remontar: recuerden aquella agresión al árbitro y el toque nostálgico de ver a Brehme marcar un penalti con la derecha) , también a la Roma remontando en Alemania en cuartos y al Auxerre por penaltis en Francia. Y es que era un equipo, el alemán, bastante interesante: buen portero, Klos, el germano Reuter en el medio, Chapuisat en punta… pero a todas luces insuficiente para poder vencer a la todopoderosa Juventus.

La Juve, por su parte, formaba ya gran parte de la futura campeona de Europa: Peruzzi, Conte o Vialli, entre otros. Además —y curiosamente— dos alemanes extraordinarios en sus filas: Kohler y Möller, un gran Dino Baggio y sobre todo, el extraordinarísimo Roberto Baggio, «Il Codino», un jugador maravilloso, difícilmente repetible con una capacidad fantástica para crear juego, resolver en el área y aumentar exponencialmente la capacidad competitiva de su equipo. Un artista del balón.

Esa Juve eliminó al Panathinaikos, al Sigma Olomouc, al Benfica en cuartos y al PSG (que se había follado al Madrid, era un grandísimo equipo… y de hecho la Juve lo pasó mal mal) en semifinales.

La final, como decía, se disputó a dos partidos. El primero en el Westfalenstadion con un 1-3 definitorio para los italianos. Ojo, porque el hermano pequeño del mítico Karl Heinz Rummenigge, Michael, adelantó en el primer minuto al Borussia, pero fue puro espejismo. Dino Baggio y el incombustible Roberto Baggio por dos veces dejaron la eliminatoria resuelta. La vuelta fue un trámite y el 3-0 dio como resultado un 6-1 global con el que la Juve conseguía su tercera copa de la Uefa.

Ida: Borussia Dortmund 1 (Rummenigge) Juventus 3 (Dino Baggio y Roberto Baggio (2))

Vuelta: Juventus 3 (Dino Baggio (2) y Möller) Borussia Dortmund 0

Perla nº28: Real Madrid – Paris Saint Germain (1/4 final Copa de la Uefa 1992-1993)

Fue un palo para el Madrid esta eliminación, pero hay que reconocer que el PSG era un equipazo importante. Sobre todo de medio del campo hacia adelante.

La ida fue muy buena para el Madrid: derrotó por 3-1 a los franceses con un gol (recuerdo perfectamente) de Míchel en el último minuto después de tirar un penalti, para el portero y rematarlo con la espalda tirándose en plancha. Tremendo.

Después de aquello no parecía probable que el Madrid fuera eliminado en París. Pero tal cual. Los franceses pasaron por encima de los de Floro. Los Weah, Ginola y Valdo no dieron opción. Y eso que Zamorano puso el 3-1 en el minuto 90. Parecía que el Madrid iba a la prórroga. Entonces, en el 92 llegó el 4-1 de Kombouaré.

El PSG quedaría eliminado en semis por la gran Juve, pero siempre recordaría esa eliminatoria. Al año siguiente, esta vez en la Recopa, el equipo gabacho volvería a cargarse al Madrid. En esa ocasión vencería 0-1 en el Bernabéu con gol de Weah. En Francia el 1-1 clasificaría también a los parisinos.

Vuelta:PSG 4 (Weah, Ginola, Valdo y Kombouaré) Real Madrid 1 (Zamorano)

Perla nº24: Osasuna – Sttutgart (1/16 final Copa de la Uefa 1991/1992)

Que levante la mano el que se acuerde de esta eliminatoria. Yo sí, pero porque estoy loco. Imagino que en el fondo, todos ustedes también lo recuerdan. Son también unos enfermos.

El Club Atlético Osasuna en la segunda temporada en toda su historia en competición europea dejó para el recuerdo una machada. Era un equipo, el rojillo, que venía de hacer una gran temporada en España el año anterior. De hecho, más de uno recordará la paliza que le pegó al Madrid en el Bernabéu: aquel 0-4 con 3 de Urban. Recuerdo uno desde fuera del área estratosférico. Bien es cierto que era un Madrid en demolición (por ejemplo perdió los dos partidos contra el Burgos), pero el Osasuna, entrenado por ese clásico Pedro Mari Zabalza realmente logró un triunfo para la historia. La cuestión es que terminaron cuartos en el campeonato y volvieron a Europa. Volvieron, porque ya la temporada 85/86 disputaron unas eliminatorias (cayeron en 1/16 de final).

En esta ocasión, el rival era el Sttutgart. Lo sé, puede parecer menor, pero nada más lejos de la realidad. Hablamos del equipo que solo un par de años antes había disputado la final del torneo contra el Nápoles de Maradona (y que le dio guerra hasta el final), que contaba con varios de los alemanes que hacía poco más de uno habían sido campeones del mundo (Buchwald y Sammer recuerdo perfectamente) y un delantero espectacular como Gaudino. Hablamos de una eliminatoria que se había complicado. El 0-0 que los germanos se trajeron de El Sadar parecía cuasi definitivo, pero no fue así. Y, sobre todo y especialmente, hablamos de un equipo que ese año acabaría ganando la Bundesliga. Sí, lo que leen, Osasuna eliminó al futuro campeón de Alemania. ¡Una cosa de locos!

Jan Urban es probablemente el delantero más importante de la historia del equipo navarrico. No llegó a meter los goles de Andonegi, pero se quedó cerca. De hecho es el segundo goleador de la historia de Osasuna en primera. No significó lo que Rípodas, Bustingorri, Larrainzar, Pizo Gómez ni ninguno de estos clasicazos, pero ¿quién no recuerda al gran Jan Urban? Se quisieron inventar después copias como Kosecky o Ziober… pero la cosa no fue igual. Pues ese Jan Urban anotó dos goles en ese partido tan especial. 2-3 fue el resultado definitivo. El Osasuna tuvo el partido controlado hasta el final y los goles al final de los teutones, simplemente maquillaron el resultado.

Los navarros caerían en octavos ante el Ajax (perdieron 1-0 en cada partido), que sería el futuro campeón (recuerden que derrotó al Torino en la final), pero escribieron en esa edición una página para la historia.

Vuelta: Sttutgart 2 (Buchwald y Sverrisson) Osasuna 3 (Urban (2) y Merino)

Perla nº20: Bayern Munich – Inter Milán (1/8 final Copa de la Uefa 1988/1989)

Seguro que recuerdan que Mou llevó al Inter a ganar su tercera Copa de Europa hace menos de un par de años en el Bernabéu. El Inter venció al Bayern de Van Gaal con 2 goles de Milito. Poco que discutir. Para más risa italiana, el año pasado, el Inter fue capaz de eliminar al Bayern de la Champions en otro partido de locos en Munich. Recuerden que había vencido por 0-1 en Italia y fue capaz de remontar con un gol de Pandev en el último minuto tras jugadón de Eto´o y ganar por 2-3. El Bayern se quedaba fuera otra vez. Dos años seguidos en que el Inter le mojaba la oreja a los alemanes…

Pero, amigos, no siempre ha sido así. Si uno echa la vista hacia atrás recuerda una eliminatoria legendaria de la Uefa 88-89 en que ocurrió todo lo contrario. Aquí era el Inter el que se las prometía muy felices. Hizo una machada y derrotó al brutal equipo alemán en Baviera por 0-2 (con la típica nieve con que el Bayern suele recibir desde noviembre a marzo a sus rivales). Aquel Inter era un equipazo (allí jugaban alemanes como Matthäus y Brehme e ilustres italianos como Aldo Serena, Berti, Bergomi o el propio Zenga).

Nadie podía imaginar que el Bayern de Munich sería capaz de lograr lo imposible. Venció 1-3 en Milán y se metió en cuartos de final. De locos. Los Augenthaler, Dörfner, Ekström, Reuter, Wohlfahrt, Thon o Wegmann consiguieron lo inimaginable.

Este gran conjunto alemán caería en semifinales con el Nápoles de Maradona, futuro campeón. Pero nadie, nunca podrá olvidar que ellos consiguieron algo demasiado alejado del resto de equipos.

Ida: Bayern Munich 0 Inter Milán 2 (Serena y Berti)

Vuelta: Inter Milán 1 (Serena) Bayern Munich 3 (Wohlfart, Augenthaler y Wegmann)

Perla nº18: Milán – Girondins de Bordeaux (1/4 de final Copa de la Uefa 1995/1996)

Era evidente. Esto no podía faltar. Como llegará algún partido de Baggio en la Fiorentina, de Romario o Ronaldo en el PSV o de Mijatovic en el Partizán de Belgrado. Los más grandes tuvieron sus comienzos. ¿Quién no?

Este partido dio a conocer internacionalmente a Zidane (quizá la eliminatoria anterior en que le marcó al Betis un gol desde el centro del campo ayudó ya un poco), pero remontarle al Milán un 2-0 en la vuelta, es algo que quedará para siempre. Porque no era un Milán cualquiera (el año anterior fue subcampeón de Europa nada menos). Un equipo dirigido por unos paquetes: Savicevic y Roberto Baggio.

Es cierto que la mejor época del Bordeaux (permítanme la licencia de que no haya españolizado al conjunto de la famosa tierra de las viñas) fue a mediados de los 80. Aquellos Giresse, Tigana, Lacombe, Girard (qué equipo) que ganaron 3 ligas francesas y 2 copas, que puso en apuros a la Juve en las semifinales de la Copa de Europa que ganarían los italianos en Heysel y al PSV en los 1/4 de la Copa de Europa que tantos lloros llevó al Madrid, dieron paso a jugadores menos importantes e incluso a un descenso por deudas a la segunda gala. Volverían y de hecho han ganado un par de títulos más, aunque no se han estabilizado como un grande europeo. Decía que pese a todo, en la temporada 95/96 de la mano de uno de los mejores jugadores de la historia, supieron remontar la desventaja que traían de Italia para meterse en las semis. Perderían la final contra el Bayern de Munich.

El vídeo forma parte de un especial dedicado a Zidane. No se lo pierdan.

Vuelta: Bordeaux 3 (Tholot y Dugarry (2)) Milán 0

Perla nº 17: Oviedo – Génova (1/32 final Copa de la Uefa 1991/1992)

No crean, hay un punto emocionante en esta eliminatoria. Un punto maravilloso de fútbol y de unión con aquellos que adoramos este espectáculo. Lo entenderán.

El Oviedo consiguió la sexta plaza en la Liga en la temporada 90/91. Al año siguiente iba a jugar en la Copa de la Uefa por primera vez en su historia —y única hasta la fecha—. ¿Imaginan la emoción de esos carbayones en Europa? Seguro que si palpan el ambiente, recordarán la primera vez que ustedes acudieron al fúbol para disfrutar de un encuentro europeo. Eso no se olvida.

El Oviedo tuvo que enfrentarse al extraordinario Génova de Skuhravy (si no les suena, pásense un poquito por el Mundial de Italia 90), el escurridizo Carlos Alberto Aguilera y del brasileño Branco, entre otros. El equipo, a la sombra de la Sampdoria esos años, era dirigido por el prestigioso Osvaldo Bagnoli (Ortigoza, el entrenador del mítico Hellas Verona— por cierto, inciso, amigos vean la maravilla de Elkjaer en el segundo gol de este partido ante la Juve en aquel Scudetto 84/85—). El Génova, un equipo que siempre tuvo muchos problemas por culpa de sus seguidores y sus peleas tercermundistas con otros aficionados, especialmente los del Milán y la Sampdoria, remontó a un minuto de terminar el partido de vuelta la victoria mínima que se trajo el Oviedo del Carlos Tartiere y se metió en la siguiente ronda.

Era el grandísimo Oviedo de Carlos, de Jerkan, Vinyals, el sempiterno Berto (capitán ante todo), Bango (goleador, aunque cómico personaje a posteriori por sus devaneos con el Sporting: recuerden, el 11 en Sin pena ni gloria), Gorriarán (el 33 en Cerdos), el inolvidable Lacatus (¿cómo acabaría este tío a base de borracheras con sidra en Oviedo?) y un elenco de curiosos futbolistas dirigidos por el también curioso Jabo Irureta. Bueno, salvo el portero, Viti, posiblemente el peor guardameta de la historia del fútbol. Un inútil de categoría. A pesar lo de cual, bien crudo que se lo hicieron pasar a los italianos (que llegaron a semifinales, ojo, no era una basura de equipo, por tanto), que con la ayuda del árbitro, sobre todo, se metieron en la siguiente ronda. Vaya hijo de puta el Schmidhuber.

En fin, perla de las que le llegan a uno, no me digan que no. Un equipo que a día de hoy está pululando por la 2ªB, que no se sabe si nuestros hijos tendrán la opción de ver en primera, pero que una día, concretamente una tarde de Septiembre de 1991 cumplió un sueño. Convencido estoy de que el que estuvo ese día en el Tartiere no lo ha olvidado aún.

Ida: Oviedo 1 (Bango) Génova 0

Vuelta: Génova 3 (Skuhravy (2) y Carícola) Oviedo 1 (Carlos)

Perla nº13: Lazio – Tenerife (1/16 final Copa de la Uefa 1996/1997)

En fin, esta va dedicada al ínclito y serdo Del Rosal. De su amado Tenerife.

Fue una Copa de la Uefa en la que estuvo a punto de hacer historia. Eliminó en esta eliminatoria al temible Lazio de entonces (ojito que ahí jugaba un tal Nedved entre otros) después de perder en la ida 1-0. Remontó en la isla y acabó metiéndose en octavos donde realizó otra machada, ya que pese a empatar a 0 en la ida en casa ante el Feyenoord, le metió un 2-4 en Rotterdam (creo que se fueron de setas a celebrarlo después). Al final caerían en semifinales frente al Schalke, que sería el campeón. Qué cosas…

Era un buen Tenerife, todo sea dicho. Con Juanele en gran forma, Jokanovic, César Gómez, Meho Kodro, Pinilla… En fin, disfruten de esta remontada en la islita en la que tanto disfrutó la Auro y por cierto, no se pierdan el primer gol del partido, el de Nedved. Qué bestia. Siempre he dicho que el mejor jugador (salvo que alguien me recuerde otro) golpeando a la pelota con las dos piernas. Impresionante.

Por cierto, la música que ha puesto el tío por encima de los comentarios originales del partido son para fusilarle.

Vuelta: Tenerife 5 (Paz, Chano, Juanele (2) y Jokanovic) Lazio 3 (Nedved, Fuser y Casiraghi)

Perla nº6: Celta – Benfica (1/16 final Copa de la Uefa 1999-2000)

En este recorrido por esos 100 recuerdos futbolísticos que marcaron el período entre 1985 y 2000, que pretendemos abarcar desde este insigne —y tarado— púlpito cerdil, no puedo olvidarme del gran Celta de finales de los 90 de Víctor Fernández. Para mí fue el culmen del equipo vigués (mejor que aquel que jugó Champions). Mostovoi, Karpin, Makelele, Gustavo López, Giovanella, etc., dieron una lección al mundo humillando al histórico Benfica (líder en esa época del campeonato portugués) en la ida de los 1/16 de final de la Uefa. El 7-0 lo explica todo. Poco se puede añadir. El baile fue de los que aún se recuerdan. El partido de vuelta ya fue intrascendente.

Un gran Celta de Vigo, que en esos años coleccionó grandes partidos (recuerdo una victoria aplastante en el Bernabéu el año anterior) y méritos y que será recordado por todos.

De este partido, poco decir, mejor verlo. Si acaso fusilar al realizador por comerse el lanzamiento de penalti en el primer gol (¡¡sí, lo que oyen, no dar un penalti en directo: acojonante!!).

Ida: Celta 7 (Karpin (2) (1 de p), Makelele, Turdó (2), Juanfran y Mostovoi) Benfica 0

Tremendo el bañito a un equipo que es bicampeón de Europa. Y recordar que ese fantástico equipo fue capaz de otras grandes proezas por la época: recuerdo que ese mismo año en 1/8 de final también golearon a la Juventus y que un año antes habían eliminado al histórico Aston Villa en Inglaterra y habían también dejado en la cuneta al Liverpool.

Perla nº3: Brujas – Espanyol (Semifinal Copa de la Uefa 1987-1988)

Hay pocas historias más emocionantes en la historia del fútbol de clubes (a los clubes, recuerden, se ciñe esta taradez de las 100 perlas, nada de selecciones) que la protagonizada por el inolvidable R.C.D. Espanyol de la temporada 1987-1988 en la Copa de la Uefa. Ese equipo que entrenaba Javier Clemente, que se salvó tras un lamentable empate a cero pactado en la última jornada con el Logroñés, hizo historia en Europa. Probablemente, incluso, el terminar de la manera tan cruel fue necesario para que se los recordara de por vida.

Todo fueron equipos a priori superiores, como el Borussia Moenchengladbach en 1/32 de final, el Milán en 1/16, el Inter en 1/8, el Vitkovice en 1/4, el Brujas en 1/2 y la final contra el Leverkusen. La historia ya se conoce, pero tal vez hubiera que recordar alguno de los capítulos. El que hoy nos atañe es el concerniente a las semifinales contra los belgas del Brujas. La ida había terminado 2-0 para los brujenses. La vuelta se recordará por siempre. Aquí tienen los goles de Orejuela, Losada y Pichi Alonso (último minuto de la prórroga) para la remontada. Goles narrados de manera ciertamente deficiente por Alfonso Azuara (?), pero compensados por la emotividad vivida. El Espanyol se metía en la final de la Uefa.

Vuelta: Espanyol 3 (Orejuela, Losada y Pichi Alonso) Brujas 0

El Atlético ya tiene su Uefa

El Atlético de Madrid ha ganado la Copa de la UEFA por primera vez en su historia. 48 años después de aquella olvidadísima Recopa, el Atlético vuelve a ser reconocido en Europa.

Con un ajustado 2-1 en un partido bastante bueno en la primera parte y bastante discreto en la segunda, tuvo que llegarse a la prórroga donde una jugada aislada entre Agüero y Forlán definió el encuentro.

Las finales hay que ganarlas. Da un poco igual cómo. Esto se valorará con el paso del tiempo. El gran héroe fue el uruguayo Diego Forlán, con diferencia el mejor jugador del choque. Los dos goles y las mejores jugadas como aquella en que Agüero fue objeto de la anulación de un gol, cuyo balón salió fuera (ver repetición de Telecinco y del infame narrador).

Yo me alegro por Camilo, por Rubén, por el Papo, por mi coleguita Pablo del Máster y por otros conocidos que son de ese conjunto tan particular, tan diferente, tan sufrido, tan único. Ellos se merecen más que nadie esta victoria y por ellos me alegro.

La realidad es que el Atlético tiene bastantes deficiencias en algunas líneas y que probablemente haga algún cambio importante a final de temporada, pero que les quiten lo ‘bailao’.  Ahora encima queda la final de Copa para terminar de redondear la nueva temporada del doblete.

Lo dicho: ¡¡Enhorabuena Atlético!!

P.D. Se ha confirmado y Paco González no ha hecho el Carrusel Deportivo esta noche. En uno de los vodeviles más lamentables de la radio deportiva española, el resto de compañeros hicieron de tripas corazón y sacaron adelante un mediocre programa. Todavía no me llega a entrar en la cabeza que este tío haya sido apartado definitivamente de la Ser por algún directivo lumbreras que evidentemente no quiere lo mejor para su radio ni para sus oyentes. Habrá que seguir los acontecimientos. Pero si la sangre llega al río, más de uno se puede llevar un buen disgusto. Y más de una sorpresa.